Este juego es una versión de la ruleta rusa impulsada por gatitos. Los jugadores se turnan para robar cartas hasta que alguien roba un gatito explosivo y pierde el juego. El mazo está formado por cartas que te permiten evitar explotar mirando las cartas antes de robar, obligando a tu oponente a robar múltiples cartas o barajando el mazo.