En un acto de ira, Jack pone en marcha una serie de eventos que lo transportan al verdadero reino de Morne: un reino medio real, medio imaginado que está lleno de todo tipo de criaturas fantásticas. Jack se encuentra con Cobs, un clurichaun de 437 años (no lo llames duende) que vive solo en una vieja mansión chirriante encaramada en la cima de un árbol que crece dentro de un árbol. Pronto Jack se entera de que su manipulación de la magia olvidada de Morne ha despertado algo en lo más profundo del corazón de las montañas. Un antiguo muro rodea el centro del Reino, un muro que se ha mantenido fuerte durante siglos, pero ahora el mal que fue construido para encarcelar tiene un plan para escapar.