Cada ronda, obtienes cartas de desarrollo que proporcionan nuevas habilidades, producen recursos (en forma de cartas), las intercambias con los otros jugadores y entregas conjuntos de estas para obtener ganancias (puntos). Un efecto secundario inevitable de esta interacción con otros es compartir el conocimiento. Como resultado, la religión principal y el gobierno de tu ciudad pueden verse sacudidos en su núcleo, y las formas en que puedes desarrollar las habilidades de tu ciudad cambiarán. ¡Después de 5 rondas, el jugador con más puntos gana!